Los hombres han empezado a cuidarse ya hace muchos años y lo hacen tanto o más que las mujeres. Ya no le parece raro a nadie ver a un hombre depilado o con un cuerpo trabajado en el gimnasio. Y es habitual que entren en perfumerías para comprar una crema hidratante o acudan a realizarse limpiezas de cutis. De hecho, algunas peluquerías masculinas ya ofrecen tratamientos de este tipo para sus clientes.
También los hombres han comenzado a realizarse diferentes intervenciones de cirugía estética que, hasta hace poco, se consideraban femeninas. Y no porque no hubiera hombres que se las hicieran, sino más bien porque los que se las hacían jamás reconocían este hecho y eran minoría.
Una de las más solicitadas es la extracción de la grasa localizada en diferentes áreas. En el caso de los hombres, la barriga es una de las más problemáticas aunque no es la única zona en la que pueden tener problemas. Para llevar a cabo esta intervención hay que recurrir a un Experto en liposucción en vigo. En la primera visita este determinará si la persona es un buen candidato para este tipo de intervención.
Hay varios motivos por los que quizás uno no sea un buen candidato a la liposucción. Estos son algunos de los requisitos básicos para que se considere que la persona podría ser intervenida de esta manera:
-No deben de existir enfermedades que desaconsejen esta intervención. Si la persona tiene una enfermedad que desaconseje la sedación o la anestesia, por ejemplo, no podría realizarse una liposucción.
-La persona no debe de ser obesa, ya que si esto es así no estaríamos hablando de grasa localizada. De todos modos, algunas clínicas especializadas en operaciones para reducir peso mediante, por ejemplo, reducciones de estómago o anillos gástricos, usan la lipoescultura antes de esa fase para que la persona se sienta algo más motivada antes de operarse y comience su camino con menos grasa que perder.
-Es importante tener una visión realista de los objetivos a conseguir. Si la persona cree esa intervención puede hacer que su cuerpo cambie de una forma muy poco realista, el médico tienen que ser capaz de ponerle los pies en el suelo o incluso, de rechazarlo para la intervención ya que no sería ético operar a alguien que espera algo que no va a suceder.
-Que no haya otra intervención más adecuada para su problema. A veces, se acude a la clínica con la idea de realizarse una liposucción pero el cirujano puede aconsejar otra intervención que ofrecería mejores resultados al paciente.