Estacionar en aeropuertos siempre entraña dificultades, retrasos inesperados y hasta la pérdida de vuelos. La mayoría de pasajeros acostumbra a planificar todos los pormenores de su viaje (alojamiento, comida, equipaje, etcétera), a excepción del estacionamiento. Sin embargo, aparcar facil en barajas, Lavacolla, El Prat y otras grandes terminales es posible siguiendo determinadas recomendaciones.
Por lo general, las plazas de aparcamiento gratuitas son la primera opción, pero conllevan limitaciones horarias que sólo las hacen idóneas para la recogida puntual de familiares y amigos. Una estancia más prolongada obligaría a buscar estacionamiento gratis en las inmediaciones del aeropuerto, con frecuencia asumiendo riesgos materiales. Por este motivo, los parkings de pago son una mejor solución para aparcar fácil en barajas y otros recintos aeroportuarios.
Reservar plaza con antelación ahorrará numerosas molestias a los viajeros, sobre todo en fechas como la Feria de Abril, la Semana Santa o en vísperas de Nochebuena y Navidad, cuando los parkings pueden alcanzar el 100% de ocupación en horas de máxima afluencia.
En este sentido, la reserva de plazas con suficiente antelación permite aparcar fácil en barajas y otros aeropuertos internacionales en cualquier época del año. Los parkings de pago incluyen seguridad las 24 horas, sistemas de videovigilancia y otras prestaciones que justifican su precio, por otra parte económico en permanencias largas. Es decir, cuanto mayor sea el número de días reservados, más asequible será el coste diario del aparcamiento.
Además, la reserva puede realizarse por vía telemática accediendo a la web oficial de Aena Parking o desde plataformas especializadas como Parkos, Parkvia, Parking Naranja, Aparca&Go o ElParking. Para formalizar la reserva, los interesados deben seleccionar la terminal, indicar la fecha y hora de su entrada y su salida e introducir datos básicos de carácter personal, en un proceso rápido y sencillo que evitará perder tiempo en esta gestión en el momento de estacionar.
Por otra parte, la mayoría de aeropuertos cuenta, en sus aledaños, con una destacada oferta de hoteles y centros comerciales, que disponen a su vez de aparcamientos públicos y privados. Debido a su accesibilidad, menor ocupación y precio competitivo, son una alternativa recomendable a los parkings de aeropuertos.