El kilometraje, un parámetro clave al comprar autocaravanas de segunda mano

Adentrarse en el mundo del caravaning requiere una inversión de alrededor de ochenta mil euros. El mercado de la segunda mano permite abaratar este gasto, pero incluso las mejores gangas pueden esconder problemas mecánicos. Los expertos recomiendan consultar el kilometraje antes de adquirir este tipo de vehículo recreativo o de publicar anuncios de «compro autocaravana usada».

No hay referencia más precisa sobre el estado y cuidado del motor que el kilometraje. Este indicador muestra la distancia en kilómetros (km) que ha recorrido un vehículo. Cuanto mayor sea el kilometraje de un vehículo, mayor será su deterioro y riesgo de experimentar averías en la suspensión, el encendido, la caja de velocidades y otros sistemas esenciales.

En general, el kilometraje oscila en un rango de cincuenta mil a ciento cincuenta mil km. Idealmente, este parámetro se encuentra por debajo de los cuarenta mil km, siendo una señal de compra para los conductores interesados.

Con todo, estas cifras de kilometraje tienen un carácter estimativo y deben valorarse en conjunto con el historial del vehículo y otros aspectos. De nada sirve que una autocaravana presente un kilometraje mínimo si recibió un mantenimiento deficiente durante su ‘vida’ reciente.

El historial y los registros de mantenimiento forman parte de la documentación de cualquier autocaravana y contienen información valiosa sobre el tratamiento recibido. Si esta documentación es escasa y muestra una curva de progresión desfavorable (averías crecientes con el paso de los años), debe interpretarse como una señal de alarma.

Como el resto de vehículos, las autocaravanas están obligadas a pasar las revisiones de la ITV, trámite que en su caso está sujeto a una periodicidad de dos años tras la primera revisión y cuatro cuando el vehículo supera los diez años de antigüedad. Por consiguiente, que la autocaravana de segunda mano se venda con la ITV en vigor es un indicador positivo.