Como todo el mundo, a nosotros no nos gusta que nos molesten en casa con obras y arreglos, sobre todo cuando estas no se producen a nuestra elección. Desde que entramos a vivir en la nueva casa llevamos arrastrando un problema: y ya va para un año. Es el techo del baño, cuya pintura, todavía no sabemos por qué, se desconcha.
Cuando visitamos por primera vez este piso, antes de alquilarlo, nos encantó su ubicación, sus vistas y su organización interna: nos convenció (casi) todo. Solo había un aspecto que nos echaba para atrás y eran los desperfectos de varias partes de la casa, sobre todo la pintura y el estado de las persianas. Por supuesto, no parecía nada grave, pero como hemos tenido algunos problemas en el pasado nos aseguramos de que la propiedad firmara un papel en el que se comprometían a dejar la casa en condiciones cuando nosotros entráramos. Y más o menos se cumplió.
Digo más o menos porque con respecto al baño grande nos dijeron que iban a cambiar la decoracion de baños totalmente para modernizarla… o algo así, aunque a nosotros lo que nos interesaba es que la pintura y la ducha quedaran bien, que ambas estaban muy mal cuando visitamos la casa.
La decoración, aparentemente, quedó bien, pero a las dos semanas notamos como justo en la esquina debajo del grifo de la ducha empezó a desconcharse. No pintaba nada bien si en solo dos semanas ya se caía la pintura.
Pasaron los meses y todo fue desconchándose pero nosotros nos negamos a repintar hasta que no llegara el verano para que no nos molestara tanto. Otro experto en decoracion de baños diferente del anterior dijo que el problema no era de humedad sino de que la pintura que se había usado era errónea. Dijo que con la nueva pintura todo iba a ir bien. Pues no han pasado ni ¡cinco días! y ya ha aparecido una grieta en la pintura.
Miedo me da decírselo a la dueña porque no sé cómo va a reaccionar, pero al final los perjudicados siempre seremos nosotros que llevamos un año con el problema… y sin solución.