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Cada vez son más las parejas y familias que apuestan por la autocaravana para sus viajes largos y también para sus escapadas cortas por la gran cantidad de ventajas que este vehículo les aporta. Uno de los más importantes es que aunque tengan que hacer una inversión inicial, finalmente ahorran mucho dinero cada vez que viajan porque pueden cocinar como en casa, no pagan hotel y su único gasto extra puede ser el combustible.
Pero también porque les permite adaptarse a lo que les apetece en cada momento. Si los niños se cansan y comienzan a ponerse pesados, se puede adelantar el lugar de parada y hacer noche en algún lugar habilitado antes de llegar al destino previsto. Muchas veces, estas paradas se convierten en una de las mejores partes del viaje al descubrir lugares que no se había previsto visitar y que resultan muy interesantes para toda la familia.
Además, no hay que quedarse en ningún sitio solo porque ya está hecha la reserva. Si llegas a una ciudad o pueblo que parecía encantador en las fotos y te decepciona una vez visto in situ, solo hay que subirse a la autocaravana y marcharse porque nada ata ni obliga a quedarse.
El hecho de que cada vez haya más áreas de servicio para autocaravanas y lugares específicos para poder aparcarlas con todos los servicios y seguridad hace que todavía sea más fácil moverse y que el viaje se mucho más cómodo y agradable al no tener que estar pendientes de si se podrá recargar el depósito del agua o si se podrán vaciar las aguas negras.
Las autocaravanas permiten también adaptarse a los horarios personales de cada uno, ya que si se aparcan en un lugar tranquilo se podrá dormir hasta la hora que se desee sin preocuparse por la hora de dejar la habitación del hotel y se podrá comer o cenar cuando apetezca sin depender de los restaurantes o de las costumbres de los países que se visiten. Esto es especialmente importante con los niños, que siempre tienen más problemas para adaptarse a horarios o a comidas diferentes.