Como casi todo el mundo, en algún momento de mi vida me he pasado con las copas y me he olvidado de donde tenía la cartera o las llaves. Pero nunca ha llegado la sangre al río, que yo recuerde, nunca he perdido nada muy relevante, si dejamos fuera de lo relevante los móviles, que he perdido unos cuantos. Por eso me fastidia más lo que pasó el otro día, después de un concierto en el que por poco no tengo que acudir a un servicio de cerrajeria 24 h vigo.
Hace ya varios años que no bebo. Un día empecé a cansarme justamente de estar cansado después de salir por la noche con los amigos. Cuando cumples años, el cuerpo ya no es el mismo, y lo que hacías con 20 tal vez no lo puedes hacer con 30. El caso es que, por mis diversas responsabilidades, no podía permitirme resacas y decidí cortar por lo sano, pero sin tener que dejar mis “otras” aficiones, como ir a conciertos o quedar de vez en cuando con los amigos.
Y hace una semana me fui a un concierto en una pequeña sala. Como no había aire acondicionado, terminé quitándome la chaqueta. Como no me gusta dejar las cosas en el guardarropa, tiré por ella todo el concierto, hasta el final en el que, ya cansado de sujetarla, la dejé un rato apoyada cerca de un amplificador. Y al final del concierto, la cogí. No noté nada raro, pero cuando llegaba a casa, me di cuenta de que no tenía las llaves en el bolsillo del pantalón como habitualmente, y recordé que, al buscar un caramelo, cambié las llaves de sitio y las pasé a la cazadora. Pero las llaves ya no estaban allí. ¿Y ahora qué hago?
Sin llaves de repuesto y sin nadie a quien acudir, empecé a pensar en que iba a tener que llamar, a esas horas, a cerrajería 24 h Vigo. No veía más opción. Por supuesto, el coste es importante, pero qué otra cosa podía hacer, no podía dormir en la calle. ¿Ir a un hostal hasta el día siguiente para abaratar costes? No me apetecía. Entonces me di media vuelta y volví a la sala, que aún no había cerrado. ¡Y las recuperé! Para otra vez me bebo un par de cervezas a ver si no pierdo nada.