Despertar con ansiedad es un trastorno relativamente común, asociado con la acumulación de pensamientos negativos, las comidas abundantes o unos niveles de cortisol irregulares. Este sentimiento se presenta en forma de nerviosismo, inquietud, tensión muscular y malestar general, y sus causas son diversas.
De acuerdo con los especialistas en de ansiedad en Ourense, la última ingesta puede estar detrás de los problemas reiterados del sueño, pues una cena copiosa provoca que el organismo invierta demasiadas energías en realizar la digestión, sobre todo si intervienen hidratos de absorción rápida. Se recomienda realizar comidas más frugales, ricas en quinoa o arroz, verduras de hoja verde o frutas como el mango y el kiwi.
Unos hábitos matutinos que predispongan al estrés, también pueden inducir estados de ansiedad al despertar. Claro ejemplo de ello sería despertar tarde y realizar a toda prisa tareas como la ducha, el desayuno o el arreglo personal. La solución pasa por reprogramar el despertador y comenzar el día con tiempo suficiente.
El pensamiento rumiante y negativo forma parte de la sintomatología tradicional de la ansiedad, y cuando este trastorno se presenta recurrentemente por la mañana, esta puede ser la causa más probable. Adoptar una mentalidad positiva y vivir en el momento actual, sin permitir que las adversidades del mañana interfieran en el presente, son actitudes útiles para combatir este problema.
La hormona del cortisol se manifiesta como una reacción a las amenazas externas, sean reales o ficticias. El fenómeno conocido como Cortisol Awakening Response (CAR) explica por qué determinadas personas sienten ansiedad al despertar. Practicar actividades como el ‘mindfulness’ o el consumo de plantas medicinales como la tila, la melisa y la valeriana permiten reducir los niveles de cortisol.
Por último, si la ansiedad mañanera no se presenta de forma aislada, sino que condiciona el estado de ánimo durante el resto de la jornada, debe sospecharse que sea un efecto del trastorno de ansiedad generalizada.