Ya hace años que aquel videoclub cerró, pero sus pasillos me cambiaron la vida. Ya había oído hablar de él a algunos de mis amigos más cinéfilos. Hablaban de aquel tipo con una cierta reverencia, como si no hubiera sido un director más. Así que cuando me encontré con varias de sus películas en aquel videoclub decidí probar. Y la vida me cambió.
Ha sido lo más parecido a la religión que he vivido. Sus películas pero también sus libros se convirtieron en una enseñanza diaria para mí. Después de disfrutar de su arte fui penetrando más en su vida en personal, y también en el drama de su muerte, la primera vez que me tropezaba de frente con el temible cáncer de pulmón.
Los últimos años de su vida fueron muy complicados, viviendo fuera de su país, entre la preparación de su siguiente película (que nunca llegaría) y otro ensayo clínico para cáncer de pulmón.
Cuando uno es muy joven cree que no va a morir nunca, o al menos que eso de la muerte es cosa de viejos… Pero leer los diarios de este hombre me sirvió para empezar a entender lo que es el paso del tiempo. Ahora que yo ya estoy cerca de la vejez, comprendo mucho mejor las tribulaciones de aquel genio enfermo.
Las dificultades para conseguir financiación para su siguiente película le tuvieron agobiado hasta el final. Pero hasta el final siguió intentando poner en pie su siguiente proyecto. Incluso existen algunas grabaciones que él mismo promovió en la que se le ve en un ensayo clínico para cáncer de pulmón mientras discute con productores algunos detalles de su película.
Cuando vi esas imágenes por primera vez pensé en cómo era posible que aquel individuo no estuviera ‘centrado’ en su enfermedad, como seguía teniendo ganas de trabajar teniendo en cuenta el dolor que presumiblemente estaba sintiendo. Pero después comprendí que un verdadero genio, alguien que está entregado a su arte, no puede descansar nunca, incluso aunque la peor de las enfermedades te golpee directamente. Y hoy, muchísimos años después de aquel descubrimiento en el videoclub, la foto de este director sigue colgada en una pared de mi casa.