Cada vez existen en el hogar electrodomesticos más completos y variados que hacen la vida mucho más fácil. Algunas abuelas todavía recuerdan cuando tenían e ir a lavar la ropa a un lavadero público y cargar con los cestos que traían para casa húmedos y tendían a secar al sol. Ahora, casi nadie vive sin una lavadora en casa e incluso sin una secadora ya que lo de tender la ropa conlleva un tiempo y un espacio del que no todo el mundo dispone.
Cuando llegaron las primeras aspiradoras los fabricantes pensaron que serían un gran éxito. Pero cometieron un grave error. En su emoción por venderlas las anunciaron como el electrodoméstico que daría mucho tiempo libre a las mujeres. En sus propagandas se veía a chicas ociosas leyendo o sentadas en el sofá tras haber pasado la aspiradora. Esto hizo que el producto se asociara con la vagancia y ninguna ama de casa quería ser tachada de tal cosa, por lo que no se compraban. Finalmente, entendieron su error y las vendieron con el slogan de que la aspiradora les daría más tiempo para atender mejor a sus maridos y a sus hijos. Y ahí comenzó el éxito de este aparato.
Hoy, vender un robot aspirador que hace el trabajo solo con la excusa de que da más tiempo libre a hombres y mujeres y permite tener tiempo para uno mismo es una gran campaña. Lo que nos ayuda a entender cómo ha cambiado la mentalidad en las últimas décadas. Ahora, se ve perfectamente bien que un electrodoméstico de más tiempo libre a las personas y nadie se considera un vago por comprarse un robot que aspire la casa mientras está en el trabajo o mientras descansa en el sofá viendo una serie que le guste.
¿Cuál será el siguiente paso? Dicen que está ya aquí y que es la domótica, es decir, la informática en el hogar. Los electrodomésticos conectados a Internet que permiten que, por ejemplo se pueda dejar la comida dentro del horno y dar la orden de que comience a cocinar cuando se sale del trabajo para encontrar todo hecho al llegar. Esto facilita mucho la vida a quienes no tiene horarios fijos y no pueden dejar las cosas programadas de antemano porque no saben a qué hora llegarán. Incluso es posible encender y apagar luces desde el móvil para que nadie detecte a qué horas estamos o no en casa o si nos hemos ido de vacaciones.