Un pequeño despacho en casa

Las personas que trabajan en casa están acostumbradas a mezclar su vida familiar y laboral a todas horas. Tanto es así que a veces no son conscientes del estrés que esto puede llegar a generarles. Por eso es fundamental tener un espacio de trabajo que el resto de la familia respete y en el cual la persona pueda trabajar a gusto y aprovechar su tiempo.

Una pequeña habitación es suficiente para crear un lugar en el que aislarse y para conseguirlo lo primero que se necesita es no escuchar ruidos. Por eso, en caso de que haya mucha gente en la vivienda y siempre haya exceso de sonidos puede ser una buena idea el insonorizar ligeramente la habitación. Esta no va a quedar totalmente insonorizada, pero al menos se podrá contar con un poco más de aislamiento, el cual debe de reforzarse en la puerta, uno de los puntos vulnerables al ruido procedente del interior.

La puerta del despacho debe de tener llave y poder cerrarse tanto por dentro como por fuera, así cuando haya que trabajar la puerta podrá estar cerrada de modo que si alguien quiere algo se vea obligado a llamar. Esto es muy importante cuando se trabaja por video conferencia ya que evita episodios desagradables como los que hemos visto en más de una ocasión en la televisión y que pueden ser graciosos para terceros ajenos, pero no para quiénes los sufren. Al cerrar la puerta por fuera se garantiza que nadie entrará y podrá poner en peligro el trabajo realizado, pudiendo contar con una cierta seguridad.

El espacio de trabajo debe de ser agradable y bonito, por eso la decoración tiene su importancia. Para empezar, escoge tonos relajantes para las paredes y los complementos, ya bastante estrés produce el trabajo y todo lo que te invite al equilibrio será bien recibido. Unas cortinas plegables son perfectas para un despacho ya que tienen la sencillez de un ambiente de oficina, pero a la vez son de tela, lo que ofrece calidez de hogar.

Evita los adornos que puedan resultar molestos y deja espacio suficiente en las paredes para poner un corcho con tus recordatorios de tareas y un calendario grande que siempre acaba resultando muy útil. Pon especial atención a la mesa de trabajo, que debe de ser cómoda y amplia y contar con una silla muy ergonómica que te facilite trabajar en la mejor postura.