La fidelidad es un concepto un tanto ambiguo si hablamos de firmas comerciales. Ser fiel a una marca, en mi opinión, significa seguir confiando en ella mientras sus productos o servicios te devuelvan dicha confianza. Pero si aparece un producto que ofrezca una mejor relación calidad/precio, ya no se tiene en cuenta la fidelidad. Ser fiel a una marca, no obstante, sí que significa ser paciente. Si un producto te ha satisfecho durante muchos años, hay que tener un poco de manga ancha si se da algún contratiempo. Todo el mundo tiene derecho a fallar.
Y, a veces, además, las firmas recompensan esta fidelidad haciéndote sentir que eres algo más que un cliente anónimo, que esa empresa piensa en sus clientes como el pilar más importante de su estructura. Cuando me enteré de que mi marca preferida de leche había creado su club central asturiana no dudé en registrarme, sabía que había llegado el momento de recoger los frutos de tanta fidelidad.
No recuerdo haber comprado nunca en el supermercado otra leche que no fuera Central Lechera Asturiana. No es broma. Sí que recuerdo que en casa de mis padres, cuando yo era muy pequeño, hubo alguna vez alguna otra marca o incluso leche del día, cuando todavía existían las panaderías tradicionales, aquellas que te vendían medio y un cuarto y una botella de leche… y no había más, ni muffins ni maffons.
Pero pronto empezaron a aparecer los cartones de leche de la Asturiana. Y aunque el diseño de los mismos ha cambiado a lo largo de los años, la calidad del producto y su sabor se han mantenido. Es verdad que yo me he pasado desde hace tiempo a la desnatada y que la leche entera es la que de verdad tiene sabor, pero aun así, sigo apostando por esta firma.
El club central asturiana me ha ofrecido la posibilidad de acceder a numerosas ventajas. Acumulando los puntos que aparecen en los productos de la firma puedes obtener descuentos y entrar en el sorteo de premios. Aunque no hubiese club, yo seguiría fiel a la Asturiana, pero con el club siento que se me recompensa esta fidelidad de tantos años.