El cuidado dental cuando hay muchos niños en casa

Todos tenemos que cuidar la boca. La dentadura es para toda la vida y la pérdida de una pieza es algo definitivo. Cierto es que podemos ponernos implantes, pero no va a ser lo mismo que disfrutar de los dientes naturales. Este cuidado de la boca comienza en la infancia, un periodo muy importante porque los niños deben de aprender buenos hábitos de limpieza y, además, tienen que acudir con frecuencia al dentista para vigilar que su dentadura está naciendo y se desarrolla de una forma correcta.

Esto es un gasto importante para cualquier familia, pero más cuando hablamos de familias numerosas con varios niños, a los que hay que llevar a las revisiones. Además, al tener críos en diferentes edades, unos tendrán revisiones, pero otros ya necesitarán un corrector dental o tendrán que realizarse algún empaste.

Contar con un seguro dental familia numerosa será todo un alivio para la economía ya que por una cuota mensual, estarán cubiertos gran parte de los servicios, como son las revisiones periódicas que tienen que hacerse los pequeños pero también los mayores de la casa. Y en el caso de otros servicios como los implantes para los padres o los correctores dentales para los hijos, los precios serán mucho más reducidos de lo que resultan para quienes no cuentan con el seguro.

Así, cuidar los dientes de toda la familia sin que eso suponga un mordisco importante en el presupuesto mensual es más que posible gracias a estos seguros que tienen en cuenta el número de miembros del hogar y que ajustan los precios para que todos puedan estar cubiertos sin tener que pagar una cantidad excesiva.

Los descuentos en este tipo de seguros pueden ser de hasta un 40% y servicios como radiografías, presupuestos para ortodoncias, consultas de educación e higiene para los niños, limpiezas de boca, extracciones e incluso consultas de urgencia están incluidos en la cuota mensual. Estas cuotas parten de poco más de treinta euros mensuales dependiendo del número de miembros de la familia y de la modalidad elegida, pudiendo optar por copago o sin copago.

Cuando se escoge una tarifa de copago, el cliente paga una cantidad por cada servicio mayor, pero a cambio menos dinero al mes. En la tarifa sin copago, la cuota mensual es más alta, pero los servicios son mucho más económicos, por lo que suele ser la favorita de las familias.