Realmente, cada panel de Pc industrial va a tener unas características determinadas en función del tipo de empresa en el que se va a usar y de lo que se necesita del mismo. Pero hay ciertas cualidades comunes que son recomendables prácticamente en todos los casos. Estas son las principales.
-Estructuras reforzadas: Las estructuras de un panel PC industrial están reforzadas y se fabrican en materiales especialmente resistentes. De esta manera, no solo van a soportar mucho mejor el uso diario, sino también cualquier pequeño golpe o incidencia que pueda producirse durante la jornada laboral, algo que puede suceder cuando se está trabajando con mucha prisa alrededor este tipo de paneles.
-Pantallas retroiluminadas: Es importante que quienes manejan los paneles de control puedan ver correctamente la información incluso si no hay demasiada luz en la habitación y por eso la gran mayoría de estos paneles tienen retroiluminación. De esta forma, es fácil leer la información que se ofrece en la pantalla o trabajar sobre ella viendo correctamente todo lo que pone. Para ahorrar energía, la pantalla puede apagarse cuando no se está usando y encenderse automáticamente al primer roce, para que sea sencillo el manejo. En otros casos, puede permanecer permanentemente encendida si es lo necesario para desarrollar el trabajo específico para el que ha sido programado.
-Soportan un margen muy amplio de temperaturas: A diferencia de los aparatos pensados para oficinas o para uso casero, estos paneles industriales están pensados para trabajar en un amplio abanico de temperaturas, desde algunas bajo cero hasta las muy calurosas. Se adaptan así a las circunstancias de trabajo de cada empresa, ofreciendo el mejor rendimiento incluso en condiciones poco agradables y en las que aparatos normales no podrían estar funcionando. En muchos casos, se adaptan específicamente para las temperaturas que van a tener que soportar, sobre todo cuando son excesivamente extremas, consiguiendo así poder utilizarse en entornos muy hostiles.
-Gran estabilidad y fiabilidad: Este tipo de aparatos tienen que soportar un ritmo de trabajo constante. En algunos casos los turnos de trabajo comprenden las 24 horas del día y no pueden fallar. Por eso, están pensados para tener una gran estabilidad y fiabilidad, no estropeándose fácilmente y pudiendo realizarse la mayoría de reparaciones de una manera rápida. En muchos casos, consiguen seguir trabajando incluso con fallos para no dejar sin servicio a la empresa, ofreciendo margen de tiempo para su reparación.