Mi vida como instagramer

No sé si está mal que yo lo diga, pero soy guapo, siempre me he sentido así, y la gente me lo ha hecho saber. Cada uno debemos aprovechar nuestras armas en esta vida y yo supe pronto que podía sacar partido de mi físico. Y aunque siendo adolescente tuve alguna experiencia como modelo no terminó de fructificar. Por un lado, lo de la pasarela me pone un poco nervioso y luego está la altura. Para ser modelo necesitaría ser más alto, o eso me han hecho saber también varias veces… No se puede tener todo, ¿no?

Así que durante unos años me dediqué a otras cosas que nada tenían que ver con la moda. Me metí bastante en el mundo de la fotografía… sin saber que luego sería muy importante en mi carrera posterior. Cuando oí hablar de Instagram allá por 2011 me interesó mucho y me hice una cuenta. Pronto descubrí que ahí podía estar mi futuro.

Se habla mucho de que los influencers no trabajamos o que vivimos del cuento, pero no es para nada así. Tenemos que estar constantemente en contacto con el mundo de la moda, comprando y probando ropa para que cada imagen sea lo más cuidada posible y tenga estilo propio. No me regalan toda la ropa como mucha gente cree. Yo también tengo que comprar en una tienda online de ropa Polo de hombre si me interesa esa marca. No vienen los de Ralph Lauren y me dan lo que me apetezca.

Es verdad que la relación con las marcas es muy importante para un influencer. Pero antes de promocionar cualquier firma debemos probarla antes y estar seguros de que se adecúa a nuestro estilo. Hay que tener en cuenta que los seguidores van a vincular a la persona con la marca, por lo que a las dos partes les interesa que haya entendimiento.

Gracias a mi experiencia como fotógrafo, sé cuidar muy bien ese aspecto aunque muchas veces trabajo con otros profesionales. Y aunque de momento tengo que seguir comprando tienda online de ropa Polo de hombre me va bastante bien y puedo vivir de mi imagen como siempre soñé.