Hace ya diez años que me fui con tres amigos a visitar Amsterdam, creo que fue mi primer viaje internacional, sin contar con Portugal, ya que como lo tenemos al lado no lo consideramos ir al extranjero. Es más, para coger el avión para ir a Amsterdam fuimos hasta Porto, y si os tengo que decir la verdad, no nos importó en absoluto.
Personalmente el viaje se me hizo extremadamente rápido y una vez allí si me dicen que estamos en cualquier ciudad de España me lo creo, porque sabía que estaba en Holanda, pero no os creáis que es demasiado diferente. Además el fin de semana que fuimos, el lunes era festivo en españa y estaba plagado de españoles, y además eran muy fáciles de reconocer, pues eran los únicos que cruzaban mal y por donde no se debía cruzar.
Lo que más nos llamó la atención de los edificios es que estuviesen inclinados hacia delante, y después nos dimos cuenta que era para poder hacer las mudanzas por las ventanas, que a decir verdad son extremadamente grandes y casi ninguna tenía cortinas ni nada parecido. Personalmente yo le pondría por lo menos unos estores plegables, ya que no me gusta que me vean desde otros edificios. He de decir que me gustó bastante el viaje, lo pasamos muy bien, conocimos sitios de los cuales no sabíamos nada. Lo peor del viaje creo que fue que nos hizo un poco de mal tiempo sobre todo los primeros días. Nada más llegar no encontrábamos el hotel en el que teníamos que alojarnos, y mientras que estábamos buscándolo, nos empezó a llover, menos mal que no estábamos muy lejos de nuestro hotel, pero aún así nos mojamos bastante. Pero gracias a esa caminata, nos encontramos con una exposición callejera de unos elefantes pintados de diferentes colores y estilos que nos gustó mucho, incluso había un elefante que estaba caracterizado como uno de los integrantes de Kiss.
Espero que en octubre que es cuando se cumplen los diez años de nuestro viaje, podamos hacer otro para rememorarlo, pero esta vez tenemos que alquilar unas bicicletas porque la otra vez no lo hicimos y fue un error.