¿Cuáles son las mayores curiosidades del vino albariño?

Cada primer domingo de agosto se celebra en el municipio pontevedrés de Cambados la famosa Festa do albariño. Con ella se conmemoran siglos y siglos de cultivo y producción de una de las principales variedades de uva de Galicia: el albariño. Son muchas las curiosidades y datos de interés que rodean a las uvas albariñas.

 

Que 9 de cada 10 uvas plantadas en las Rías Baixas sean albariñas es un hecho desconocido incluso por los entusiastas de la viticultura. Sus vinos blancos reciben la denominación de origen Rías Baixas, y por ello son muchas las bodegas locales que producen un albariño exquisito, como el vino pazo baion, Condes de Albarei, Marqués de Vizhoja, Arco da Vella Albariño, etcétera.

 

La extensa nomenclatura del albariño es otra de sus mayores rarezas. Tanto es así que se lo conoce como alvarín blanco, albariño, albarinho, azal blanco, galeguinho o galego. No obstante, la mayoría de estos nombres contiene dos voces que constituyen la esencia y origen de las uvas: alba, que significa «blanco», y riño, que proviene del río Rin que nace en Suiza y desemboca en los Países Bajos, regando una porción significativa del continente europeo. Unidos ambos términos, el resultado es el «blanco del Rin».

 

La historia del vino albariño se inicia en el siglo XII, cuando un grupo de monjes peregrinos de la Orden del Císter de la abadía francesa de nombre homónimo. Según el gastrónomo Álvaro Cunqueiro, estos monjes habrían plantado viñedos en los terrenos inmediatos al Camino de Santiago. Con todo, esta es una de las muchas teorías al respecto, y otras voces autorizadas fijan en Galicia su cuna real.

 

Otra de las curiosidades de la uva albariña es su maduración tardía, ya que posee un ciclo de maduración que supera en mucho al resto de variedades. Su tonalidad amarilla clara con matices verdosos también es un rasgo característico de estas uvas.