El estado de mi piel 

No me cuesta reconocer cuando me equivoco y en este caso así ha sido. Años de cuidar la piel con métodos demasiado heterodoxos han derivado en lo contrario de lo que quería lograr: una piel poco cuidada y que no cuadra con mi edad. Sé que el aspecto físico no define exclusivamente a una persona, pero para mí la piel es una faceta muy importante y desde hace un tiempo no me veo bien. Y eso me deprime. 

Ha llegado un momento en el que esta sensación de descontento ha empezado a agobiarme hasta el punto de que dejé de mirarme al espejo con la atención de antaño, a descuidarme porque veía que los esfuerzos no habían conducido a nada. Pero siempre hay una solución, solo hay que saber buscarla. Y así fue como encontré un tratamiento cara Vigo que ofrecía la profesionalidad que necesitaba en esta etapa de mi vida.

Supongo que cuando eres joven y tienes la piel maravillosa no hace falta hacer esta clase de tratamientos, pero llega una edad en que la situación cambia. Pero en vez de apostar por cremas más o menos revolucionarias sin un asesoramiento profesional, decidí que había llegado el momento de hablar con dermatólogos, especialistas en el tratamiento de la piel que me ofrecieran soluciones realistas, no cantos de sirena. Porque los años no van hacia detrás, pero sí se puede tener una adecuada salud cutánea si confiamos en los profesionales adecuados.

En esta clínica donde voy a seguir el tratamiento cara Vigo realizan en primer lugar diagnóstico médico. Es la base de cualquier tratamiento. Aunque es de sentido común, en ocasiones nos saltamos este paso, dando por hecho que nuestra piel necesita tal o cual solución sin habernos cerciorado de cuál es el problema.

Y una vez comprobado el diagnóstico llega el momento de establecer un tratamiento, en caso de que sea necesario. Como interesante complemento a este tratamiento, en esta clínica proponen también patrones de cuidados básicos, una educación en el cuidado de la piel que me habría venido bien mucho antes. Pero nunca es tarde, tampoco para mi piel.